Randy Orton: El viaje de la Víbora

Por
Alejandro Jimenez
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Randy Orton: El viaje de la Víbora

Cuando suena la canción de The Beatles ‘The Long and Winding Road’, Randy Orton sabe exactamente de qué están hablando.

Después de 20 años, continúa caminando por el Universo WWE, adaptándose a cualquier cosa a lo largo de su camino. El hombre conocido como The Viper literalmente lo ha visto todo en WWE. Ha tenido numerosos campeonatos, ha sido parte de una súper facción y estableció varios récords de franquicia.

Orton también participa en la audiencia de fans en todo el mundo. Es uno de esos luchadores que es tan bueno en lo que hace, que la gente lo anima, ya sea comp un heel o un babyface.

Se ha ganado el respeto no solo de la audiencia, sino también de los críticos y observadores. Pero no siempre fue así. Randy Orton tardó un tiempo en pasar de Legend Killer a convertirse en una leyenda propia.

Incluso cuando era un niño de juvenil rostro, Randy Orton sabía que era algo especial y tenía una arrogancia natural

Orton ingresó al programa de entrenamiento de la WWE en 2001, pero todos ya sabían quién era al llegar. Como luchador de tercera generación, tendría que llenar unos zapatos bastante grandes.

Su padre, Bob Orton Jr., jugó un papel muy importante en el boom del rock-n-wrestling de mediados de los 80 que ayudó a convertir la entonces WWF en una potencia. Fue considerado uno de los grandes técnicos dentro del ring de su generación.

Tanto el abuelo de RKO (Bob Sr.) como el tío (Barry Orton / Barry O) también eran profesionales, por lo que la línea de sangre para la grandeza siempre estuvo ahí.

Sin embargo, hubo quienes cuestionaron la dedicación y seriedad del joven prospecto. Lo habían expulsado de la Infantería de Marina por razones disciplinarias, y supuestamente se le escuchó decirle a un compañero en entrenamiento que realmente no le gustaba la lucha libre, que solo estaba en esto por el dinero.

Todo esto resultó ser una falsa señal, ya que Orton completaría su entrenamiento y se convertiría en parte de la tan aclamada ‘Clase de 2002’ de la WWE, que incluía a personas como él, John Cena, Brock Lesnar y Dave Batista.

A partir de ahí, Orton ‘evolucionó’ y se convirtió en uno de los compañeros más importantes de The Game

Elegido para ser parte de la facción estilo Horseman de Triple H, Evolution, la carrera de Orton se dispararía a partir de ahí. Después de ganar su primer título mundial y ser expulsado de la organización, desplegaría sus alas y volaría por su cuenta.

Y aparte de algunos equipos extraños y dirigir su propia facción por un tiempo, eso es lo que ha sido: un lobo solitario. Ha marchado al ritmo de su propia canción y le ha llevado a la asombrosa cantidad de 14 campeonatos mundiales.

Aparte de las grandes luchas y los campeonatos ganados, Randy Orton siempre estará asociado con las tres letras más peligrosas de la lucha libre

El RKO, un Diamond Cutter / Ace Crusher modificado, se ha convertido tanto en una de las tarjetas de presentación de Orton como en su pose característica en la esquina del ring. Se ha vuelto legendario en sí mismo de muchas maneras que Orton ha podido conectarlo literalmente desde cualquier posición y en cualquier momento. Esto ha proporcionado algunas de las victorias más rápidas y sorprendentes de los últimos 20 años.

El movimiento también es cercano y querido para el corazón de Orton, ya que no solo el apodo de la maniobra suena genial, sino que también representa las tres iniciales del Apex Predator (para: Randal Keith Orton).

¿Y cuando lo conecta?. La gente pierde la cabeza. Para un luchador sin un arsenal llamativo, este es el gran fuego artificial de Orton que dispara al final de la noche.

Sin embargo, debido a problemas de madurez y actividades fuera del ring, La Vibora no siempre ha obtenido el reconocimiento de una leyenda

Orton trajo muchas críticas sobre sí mismo por su trato a los fanáticos. A algunos, se burlaba de ellos en las redes sociales (ver arriba) o les mostraba desdén al entrar o salir de la arena. Era bien sabido que Orton no quería que lo molestaran. A medida que su estrellato crecía, su accesibilidad se hacía cada vez menor, y no se disculpó por eso.

Echar más leña al fuego era su inclinación por gastar bromas enfermizas en el vestuario a sus compañeros de trabajo. Agregue eso con historias de que ya era conocido por jugar con las políticas de backstage, lo que hace que este sea un momento oscuro con respecto a su imagen general.

Todo eso parece haber cambiado ahora, ya que Randy Orton se ha convertido en uno de los pilares de la WWE. Si bien todavía es precoz por naturaleza, parece que se ha asentado y ha caído más en el papel de veterano. Parte líder, parte maestro y parte mentor, todo mientras se desempeña a tiempo completo.

Puede que haya tardado más de lo que debería, pero Orton claramente ha madurado. The Apex Predator ha alcanzado el estatus de reverencia que tanto se merece porque creció junto a la audiencia que creció mirándolo.

Dicen que con la edad y la experiencia viene el conocimiento y la madurez. Parece que en los últimos años, Randy Orton ha llegado a entender eso, justo a tiempo para cimentar uno de los mayores legados en la historia del entretenimiento deportivo.

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